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Coaching y Salud

Desde hace ya unos años, se está poniendo en práctica con mayor interés e intensidad, procesos de coaching en pacientes de diversas patologías, con el fin de testar en algunos casos su posible  aportación a la mejoría del paciente.

¿Y qué es el coaching de salud? Pues no deja de tener la base del coaching de cualquier otro entorno, puesto que lo que se busca es el empoderamiento de la persona coacheada, en este caso el paciente.

Lo fundamental a entender de estos procesos, es que el coach no va a coachear nunca la enfermedad, sino a la persona. Esa será siempre nuestra clave. Cómo ese paciente entiende y vive su enfermedad, le facilitará aceptar y trabajar su enfermedad.

En numerosos ensayos clínicos, donde se compara el coaching de salud con la educación de experto dada al paciente, se ha demostrado la efectividad del coaching en varios cambios y resultados de salud para: reducir la hemoglobina glucosilada en pacientes diabéticos, controlar el dolor en quienes presentan cáncer, disminuir los problemas emocionales, aumentar la actividad física, disminuir el índice de masa corporal en diabéticos después de 6 meses de sesiones de coaching y reducir el colesterol y la ingestión de grasa; también fue efectivo para alcanzar más pérdida de peso, hacer más caminatas en pacientes con afecciones cardiovasculares y aumentar la ingestión de frutas y calcio en adolescentes. En este sentido, Gensichen et al encontraron menos depresión en los pacientes que habían recibido coaching, que en aquellos que solo recibieron el tratamiento habitual. Según se refiere, el coaching de salud ha sido efectivo en lograr mayor participación en las consultas de seguimiento, mayor adherencia medicamentosa y a la monitorización de la glucosa, reducción del estrés, disminución de la ingestión de sodio y menos hospitalizaciones, entre otras.

En España se está ya realizando algún estudio con pacientes con cáncer, en el que se pueden observar mejorías en aquellos que tienen un proceso de coaching en paralelo.

Todo lo anterior, nos hace meditar sobre las posibilidades que nos ofrece el coaching para una persona que se encuentra con una patología, ya que se le hace responsable y consciente de sí mismo y su enfermedad.

Nada perdemos si nos encontramos en una situación de enfermedad, y probamos a trabajar un proceso de coaching en paralelo al tratamiento que estemos recibiendo para combatir la dolencia que tenemos.